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Para abrir boca…

Esto es un poco más complicado que el “hay que comer de todo”, y un poco más fácil que un doctorado en sociología, psicología y nutrición.

Nuestro modelo de dieta y vida mediterránea, incluye lo mejor de la nutrición, el disfrute, la convivencialidad y el estilo de vida alegre y saludable. Y en esta forma de vida y de alimentación, la carne juega un papel valioso y apreciado por la mayoría de todos nosotros y nosotras, independientemente de nuestra edad y situación. ¿O no?

Al turrón…

La Dieta Mediterránea es un patrón alimentario saludable que recomiendan seguir los que saben de esto. Así, las carnes magras, los alimentos de origen vegetal, como hortalizas, frutas, aceite de oliva, legumbres, frutos secos y semillas, junto a los lácteos, pescados y huevos son elementos básicos de la alimentación mediterránea tradicional y forman parte de la cultura y los recetarios de cocina, desde los “de la abuela” hasta los juegan en la liga “de las estrellas y los soles”.

Por ello, nos recomiendan consumir carne dentro de una dieta variada y equilibrada y siguiendo las pautas establecidas por los expertos de las sociedades médicas y los expertos en nutrición y las autoridades de salud.

El placer de comer carne y compartir momentos

Estás en una web que se llama “el sentido de la carne” así que lo suyo es que te contemos cuál es ese sentido, su papel junto con los demás grupos de alimentos dentro de una alimentación equilibrada.

No se puede entender la cocina y la gastronomía tanto en casa como fuera del hogar sin la carne y los elaborados cárnicos. La experiencia sensorial de comer carne es un disfrute para los sentidos, ya que no es solo un alimento fundamental en nuestra dieta sino que tiene también un importante lado hedónico, de placer para los sentidos.

Compartir momentos de felicidad con las personas que nos importan, alrededor de una mesa con una amplia variedad de alimentos, incluida la carne, forma parte de nuestro estilo de vida. ¿Vamos a renunciar a esto?

Para la mayoría de las personas comer es, además de un acto de nutrición, un sinónimo de disfrute, donde los sabores nos ofrecen una serie de placeres que no podemos obtener con un sentido que no sea el gusto.

Así, cuando comemos ciertos alimentos como las carnes y derivados y otros muchos, nuestras neuronas liberan sustancias químicas que producen sensaciones de placer, bienestar y satisfacción. ¿Has oído hablar de la dopamina o la serotonina? Sí, eso que llaman las “hormonas de la felicidad”.

Pues, sin ánimo de ponernos en plan científico, son neurotransmisores de nuestro sistema nervioso, y junto a sus aminoácidos precursores, la tirosina o el triptófano, que nuestro organismo solo puede obtener a través de la alimentación, son básicos para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.

Por ello, si tú también eres de compartir momentos de felicidad con tus seres queridos alrededor de una mesa, eres uno de los nuestros. Sigue compartiendo y disfrutando del Sentido de la Carne. El gustazo de hacerte disfrutar dentro de una dieta equilibrada. Ese es el Sentido de la Carne.

De forma responsable y siempre dentro de una dieta equilibrada, la carne es uno de los grupos de alimentos que ayuda a tu cuerpo a funcionar mejor; tengas la edad que tengas.

Date el gustazo de disfrutarla.